Me gustaría despertar una mañana,
abrir la ventana y que el único sonido que invada mi habitación
sea este silencio que persigo,
y presagio, que no es un día normal,
cuando una canción de 'buen rollito' se posa en mi auricular,
empieza a cambiar mi paseo rutinal,
observo que los niños, hoy son niños de verdad,
jugando al escondite, ya no esconden miedos,
solo esconden retos y ganas de avanzar...
Y comienzo a caminar...
En este día mi propósito es que el deber no me ha de atar,
y fumar, y fumar con Raúl,
nueva paranoia, césped verde y cielo azul,
risas, seis horas en plan gandul,
y si la responsabilidad llama, mejor contéstale tú...
Vuelvo a casa sin prisa, con música y bicicleta,
en ella mi compañero de viaje me espera con su maleta,
ahora nuestro mayor fin, será encontrar nuestra meta,
y descansar, disfrutar, despertar...,
'con niños verdes, de ojos amarillos y de sangre...'
'la sangre ya sabes como es...'
...Roja, color atardecer.
Y al parecer, ya no existe miedo de crecer,
me quedan mil experiencias por vivir, y no por beber,
y tantas que escribir, otras que revivir,
sentimientos pecadores que optan por reincidir...
Y no quiero otra cosa, que me haga sentir pequeño,
que todo lo que consiga sea por mi empeño,
prefiero ser honrado y vivir inundado en mi sueño.
Han pasado tres años y las cosas han cambiado pero hay recuerdos que son imborrables.
Un loco en la colina
J. A. Morales Manrubia
Dedicado a Raúl y todas nuestras paranoias
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