He convertido mis ojos en árbol de otoño,
y aún confío en que hayas llegado tarde.
Y quién sabe si nos estábamos equivocando de mapa,
o es que perseguíamos tesoros diferentes.
Quizá yo busqué seguirte,
y tú solo pretendías que no lo hiciesen,
y es que en el fondo,
dos piratas no están hechos para compartir cama-rote.
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