Cuando los sueños se miden en grados,
cuesta mantener el equilibrio,
y yo, que he besado más vasos que labios
no consigo mantenerme en pie.
Y que jodido es pedirle explicaciones a un quizás,
y tener que cerrar puertas que nunca tuvieron llave.
Y en el fondo,
me da pena dejarte escapar,
pero no puedes parar al tiempo,
ni detener a la primavera,
y es que supongo que no soy tan luchador como creía.
Con lo bien que me sentaba sentirme un prisionero,
y tuvo que renacer mi alma de pirata
que añoraba un poco de libertad.
Y que triste parece una revolución sin ti,
y perder los motivos por los que luchar.
Al menos nos quedan las victorias,
y la satisfacción da haber perseguido una utopía.
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