Encasillada la inspiración;
asesinada a traición,
el alma,
no quiere ser poeta.
Una bala en mi costilla izquierda,
otra reyerta,
otra despedida, otro adiós,
otra cicatriz que aún es herida abierta.
Otra noche,
otra promesa,
otra vez sin voz,
otra vez poeta.
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