Atrapa sueños

Atrapado en un sueño;
reflejo de una mentira consumida en este empeño.
Maldigo mi deseo, mi destino y mi desvelo.
Aún me recuerdo:
Preso del silencio y esclavo del infortunio;
atrapado en este cuerpo,
sin más armas ni más límites que este cuerpo,
toda una perdida de tiempo.
Muerto, y veinte veces muerto,
rompiendo en el llanto
con los ojos paralizados
y una paleta de colores
dibujando sobre una mente en blanco.
Me he perdido en lo desconocido,
y de todos los sentidos
solo uno sigue siendo prohibido,
el resto buscan su camino.
Adiós destino, adiós;
que explotará este pecho
y seguirá sintiendo los colores,
en todas sus contradicciones,
como si todo se hubiera deshecho.
Incluso este miedo.

El mur de la por

No vull perdre la esperança

en aquest camí incert

on silencien la dissidència

i no ens deixen créixer.

No vull morir

en una terra cremada,

prefereixo una terra lliure

que ens vegi florir.

No vull ser record,

enterrat en aquesta ciutat

trencar a l'asfalt

sabent ser llavor.

No vull ser d'una nació
que deixa sense futur,
a la ciutat obre un mur
però mor tota una regió.

No vull més repressió,
des del barri fins a la presó,
la lluita per l'absolució
serà terrorisme fet cançó.

Bailar

Siempre fui de acentos extraños,
de hoyuelo derecho,
y perder el equilibrio
en miradas de vértigo;
de pensar en silencio
soñando que grito,
y callar en la noche
para que no quede escrito.
Siempre fui de vida y conflicto,
de guerra y olvido,
canción de protesta
y amor en exilio;

Sonrisa en espera
poeta sin prisa,

rebelde con causa
y causas perdidas;
Canción sin partitura,
la lluvia en la ducha,
que baila en la calle
hasta que acabe la lucha.

Perdre la por

Aún no me entiendo, 

ni lo recito en versos, 

me comprendo en dos

pero sigo sin poder verlo.

Aún no puedo decir,

ni llego a serlo,

feliz cuando lo siento

de otro idioma preso. 

Aún me escucho

y lo presiento ciego

'perdre la por

plorar d'amor'.

Renacimiento

Suenan de nuevo las agujas del reloj
y me he vuelto a perder en el tiempo
tratando de buscar el compás
y de romper hecho recuerdo;

aún caigo en la cuenta
y no sé si retroceder
si a mis pasos sucede una sombra
pero nadie le sigue a su vez;

vuelve tiritante la sonrisa,
pero no la vuelvo a esconder,
que mañana será tarde
y aún no ha dejado de llover;

maldigo mis ojos callados
si en los suyos me dejo perder,
que ya solo queda el fracaso
y estoy acostumbrado a volver;

nada es para siempre
y en eso me salvé
de decirme sincero:
por fin la olvidé.