No sé que quiero...

No sé si nunca quiso o si de verdad tiene ganas, 
no sé si sera una fulana, o una de las mas bellas damas.
Yo solo sé que no sé nada, y que esta es la única ley innata.
No sé nada de ella, como ella no sabe de mi filosofía barata,
que pierdo el tiempo en imaginar su rostro, es lo bello de la especie humana. 

Si sé lo que nos une, delirios y grandezas,
tristezas consumidas entre copas de ginebra.
Demasiados vínculos, amor por los poemas,
melomanía, cuando surgen los problemas.

Mutuamente nos sentimos apoyados, 
pero cae la noche y ninguno de los dos se encuentra arropado.
Y en la noche, espero tu regreso, borracho y desanimado,
intentando buscar en ti los fracasos errados en el pasado. 

Apareciste en mis sueños como una gran mentira, 
como la manzana roja que de niño me prohibían. 
Si esta vida es solo sueño despiértame,
sorpréndeme, que estaré en vela intentando acariciarte...

No sé que quiero, es la idea clara que saco de esto,
si morir o vivir, quedará plasmado en texto.
No sé que quieres, y eso me incomoda,
si leer o escribir, los versos de esta oda.

¿Deberíamos conocernos? Es algo que siempre pensé, 
pero no siempre se es lo que el otro piensa, y terminaríamos por perder.

A veces, simplemente, no sabemos lo que queremos y los miedos nos impiden hacer algo que desearíamos, pero la falta de ellos, nos conllevaría a hacer locuras de las que arrepentirnos. 

Un loco en la colina

J.A.Morales 

Corazón oxidado

Verás en el reflejo de esta turbia mirada,
como un triste recuerdo me mata,
y como quedó oxidado este pobre corazón de hojalata.

El tiempo no pasa en balde para nadie, 
las cenizas no terminan por desaparecer, 
a veces solo queda la barbarie, 
y la esperanza de no enloquecer. 

Pero hasta la oscuridad termina,
el sol sale de nuevo y brilla con mas fuerza.
O eso dicen... pero sigo en el mismo bar,
buscando en el vidrio la manera de olvidar...

Y allí, un vaso medio vacío,
riega las penurias que sembraste a la sombra de este río. 
Envenenado por el fruto del árbol prohibido, 
condenado a la eternidad del exilio. 

Condenado a la incertidumbre que causas,
renegaré por el destino que nos tocó vivir,
sin buscar en otras musas,
compondré el dolor que en antaño trate de reprimir.

Ícaro

Tan solo necesito del susurro de tu voz para volver a sonreír,
y silenciar los murmullos que no me dejaban escribir, te. 
Que me recuerdes en el camino hacia tu destino.
Ayúdame, a hallar cobijo en el alijo de tus sentimientos, 
a perder entre mejillas las sonrisas que transportaba el viento.

Perdóname si miento, no quiero verte sufrir, 
por saber que ya no ando contento.
Quizá llego el momento, 
de destapar los sentimientos que guardo tras la cortina,
no quieras adornar el torreón de mi castillo melancolía, 
y vivir del día a día, el desamor filosofía.

Durante su vuelo, Ícaro se acerco tanto al Sol
que la cera de sus alas se derritió, y cayo al mar.
Pobre Ícaro, que no sabia nadar,
que tubo que aprender a hundirse y volverse a levantar. 
Dónde están los paisajes que te quedaban por mirar,
aquellos te extraño que prometiste no pronunciar.

Dónde estabas soledad cuando quise romper con la monotonía, 
y el dolor ya no inspiraba poesía.
Estarías, sudando versos por los poros de otros cuerpos, 
olvidando las conjeturas crueles del universo.

Insomnio

Insomnio es morir entre las sabanas de tu ausencia,
mientras torturo las neuronas que te recuerdan.
Insomnio es escuchar el eco de tu existencia, 
entre los silencios nocturnos que me atormentan.

Es perder el tiempo en ver que haríamos con el,
en que invertiríamos la tristeza de tu alma infiel.
Insomnio es perderte sin llegarte a tener,
vomitarte las angustias que no mate al beber.

Mi insomnio es una tortura constante,
ahora llego drogado a casa para no ver despertarme.
No es algo de lo que esté orgulloso,
pero estar despierto me parece más venenoso.

Insomnio es pensar lo caprichoso, que llegó a ser el destino,
cuando entre sueños creí ser tu peregrino.
Hoy solo son lagrimas, vasos de vino,
dudas y ruegos de por qué seguir vivos.

Otorgas fuente de sabiduría,
alas, al inmortal que creía que algún día moriría.
Escribes las más atrevidas poesías,
que amenizan esta larga travesía.

Insomnio...
Es quedarme en blanco en este renglón,
por no hallar la manera de pedirme perdón.

Insomnio eres tú, insomnio eres tú sin ti.

Lo que me complementa...

Eres terca, difícil y confusa...
Eres gris, apagada y oscura...
Eres dulce, agria, amarga cura.
Eres ese olor, ese aroma que se va,
esa fragancia pura que busco en cualquier lugar.

Eres el llanto de un niño, un susurro al oído que te puede enamorar.
Eres rígida y eres frágil, eres fría y eres cálida.
Eres amor y eres odio, eres nada y lo eres todo,
eres un te quiero pero déjame estar solo .

Eres de la costilla de Adám y el jardín del edén, 
a la manzana de Eva.
La victoria de un pueblo que se subleva, 
la mujer ansiosa que al hombre de guerra espera.
El viento y marea, la luz y la estrella,
la huella mojada, que se apaga en la arena...

Eres un grito de revolución,
ese pequeño instante del que nace una canción.
Eres el rugido de un león, el sacrificio de un peón,
la voz que sale de un noble corazón, y calma las fieras.

Eres la llamada sin respuesta, mi ayuda sin la vuestra.
El principio de la cuesta, la cuerda que al final se tensa.
Eres la lucha sin recompensa, el diablo que te tienta...
Eres lo que me complementa...

Qué somos sino polvo.

Quién eres sino otra loca cuerda que quiere amenizar mi soga.
Qué quieres, sino sentir el placer que este cuerpo te aboga,
enredarme entre el brillo de tus ojos de loba.
Qué quieres, sino olvidar y que sea tu droga,
que te haga perder entre mis besos la saliva de su boca.
Quién eres, sino el tiempo que vivir nos toca,
un rayo que no cesa en destruirte entre mis rocas.
Qué somos, si no dos solitarias almas en busca de cobijo,
buscando en nuestros olvidos, lo que quisimos ser y nunca fuimos.
Dos extraños jugando a ser niños,
un sueño en común para dos cuerpos dormidos.

Qué somos sino dos viajeros en esto del amar,
dos lunáticos tatuados con la manzana del pecar.
Da igual lo que seamos, lo que importa es donde quieras llegar,
si a la fría arena o a este infierno polar.
Quizás solo seamos tinta en el lagrimal,
dos infelices con miedo a enamorar.
Qué somos, aún no lo se,
quizá solo seamos polvo que termina por desaparecer.
Qué somos sino polvo.

Soñando silencios

La pasión que presencia entre tus sabanas,
el dulce calor que sentía por tu lengua,
se esfumo cual fugitivo por la ventana
y en este triste recuerdo apenas me ofrecí una tregua.
Y aquí, tan solo, me quede a esperar ver como dolor mengua,
que entre mil rosas noto tu olor desde hace leguas.
Que indaga en mi laringe el mas mínimo coagulo de esperanza.
Que ya sude amor en nombre de la venganza,
y no obtuve mas respuesta que el silencio en plena armonía con el frío viento.
Tonto de mi que no la saco de mi mente ni un momento.
Tanta gente y no la tengo,
anda lento el descontento en busca de un nuevo sufrimiento que alimentar.
No me acuerdo de su nombre, tampoco de respirar.
Quisiera dar marcha atrás, no dejarla escapar,
perseguir los sueños por los que te tacharon de lunático.
Soñador, que quisiste ser flor
pero te toco este gran calor desértico.
Levántate luchador,
no se admiten llantos en mi paisaje artístico,
ni sangre por rencor,
tan solo lucha por lo que quieres
y a quienes quieres demuéstrales tu amor.

Miedo.

Miedo a no despertarme,
miedo a hacerlo y ver que esta vida sigue siendo un desastre.
Miedo a la oscuridad, miedo a la soledad,
miedo a verme dependiendo de la sociedad.

Miedo a su rechazo,
miedo a morir sin contarle como fue el flechazo.
Miedo a pasar hambre, a ser rico y solo pensar en cebarme.

Miedo a vivir en el pasado,
miedo a lo que el futuro pueda depararme.
Miedo a ser padre,
miedo a querer tener hijos y que sea demasiado tarde.

Miedo a ser cobarde,
o a ser tan valiente que eso llegue a matarme.
Miedo a llorar, miedo a reír por no poder rectificar.

Miedo a la traición, 
miedo a tener que hacerla porque no haya mejor opción.
Miedo a la revolución,
o a que todo siga igual.

Miedo a ser campeón, miedo a que lo tachen de suerte.
Miedo a la muerte,
miedo a verme llorar frente un coche fúnebre.

Miedo a que africanos se sigan muriendo de fiebre,
miedo a que los políticos se sigan riendo de los de siempre.
Miedo a hablar y no ser escuchado,
miedo a hablar de mas y tener que pagarlo.

Miedo a no amar, miedo a sentir,
miedo a morir,
y miedo a vivir...

Y a decir verdad

Y a decir verdad...

Se sufre amargo el dolor,
sus besos de Judas como la primera vez,
lujurioso y suave licor,
como amor eterno en la vejez.

Luna llena y su desnudez.
Un rey sin su reina no vale nada,
como en el ajedrez.

Lucharía por ser luz en tu cornea,
soldado sin espada,
como Don Quijote por Dulcinea.

Pero mis esperanzas arden en su hoguera.
Engañado por lucifer,
que me robo el sueño a cambio de estas ojeras.

Tenía mas que ganar a perder
pero lo que perdía valía la pena conservar.
Que fui un cobarde en vida con miedo a querer,
sabiendo que contigo sería inmortal.

Y a decir verdad,
endeude mi corazón en aquel bar,
en el de las copas cargadas que saciaban mis penas
y sus camareras de besos a pagar...

La chica del otro extremo del país.

Chica de rostro nunca visto.

Susurran sus versos nunca oídos,

de la chica que conocí sin captar con los sentidos.

Mientras el resto de los mortales seguían dormidos,

escribíamos los mas deprimidos versos.

Frases por desempeño,

así nos conocimos, a ras de sueño.

Vacíos ante sueños sin cumplir.

Ave nocturna surcando este cielo gris

preguntándose dónde estará la chica del otro extremo del país.

"Me inquieta pensar en verme a través de tus ojos,

y encontrarme que nada queda ya de ese destello especial.

Ese tan nuestro."

Que todo es diferente y se perdió la magia,

que perdimos en el anonimato nuestro gran secreto.

Y en distintos bares, mismos vasos de ginebra,

parecidos métodos de ver como una herida se cierra.

Amante de mis poesías, hoy eres una de ellas.

Mañana podrás leerte si la noche te desvela.

Insomnio bajo la misma luna,

salvavidas para este mar de dudas.

"Melancolía, sueños, cicatrices, y otras drogas",

salvavidas para otra vida, si esta te ahoga.

Ciego en mi colina.

Con el alma hecha trizas camino sendero arriba
esperando coincidir contigo bajo la misma luna,
en la colina.
Y es allí donde habito loco por tus palabras,
añorando en mi cuerpo tu mirada semidesnuda.

Fuiste mi mejor amiga en noches de desvelo,
sin esperar un "algo más"
intente señales que no quisiste interpretar.
Todas fueron fallidas y hoy te busco en los rincones
en los posos vacíos de las copas de aquel bulevar,
en las demás mujeres.

Y a decir verdad, endeude mi corazón en aquel bar,
en el de las copas cargadas que saciaban mis penas
y sus camareras de besos a pagar.

Trate de cambiar de vida, como de cambiar de cuerpo.
Salí del quirófano medio confundido,
mojada el alma en grados de más, con la mirada perpleja,
la sonrisa operada, todo artificial.

Tú que envidias el amor de los ciegos
por el daño que te hicieron otros hombres.
Yo que se amarte a oscuras,
te pido que me apagues en tu luz.
Ahora soy yo el que te ama
y el que no comprende lo ciega que estás tú.

No me pidas que te olvide, ni mucho menos que te de respuestas,
date por satisfecha si me haces sufrir.
Si no duerme a gusto el día que te veo sin sonreír,
yo que siempre fui alérgico a perder las ganas de vivir.

14N

Pueblo unido sal a la calle a manifestarte,
es hora de que los de arriba sepan valorarte.
Hazte escuchar, y nunca dejes de luchar,
que no dejaremos nuestros derechos hipotecar.
Sal y diviértete, aunque la situación sea para llorar,
pero es una alegría que este se pueda cambiar.
Habrá sangre en las calzadas con marcas de dolor,
pero no me quitaran el orgullo de ondear la tricolor.
De este jardín de cenizas ha de nacer una flor,
un sistema nuevo sin el banco como dictador.
Puedes bajar a la calle o esperar lo que la prensa diga,
pero recuerda que es el capitalista quien las monopoliza
El rescate de la banca nuestra ruina,
como los bombardeos en Palestina.
Es culpa del dinero la existencia de suburbios,
como las hazañas de los anti-disturbios.
Las lluvias de este cielo gris turbio no cesan,
como las primaveras que nos regresan.
Nos recortan en sanidad y educación,
mientras pijos defienden la unidad de la nación.
Las personas se suicidan como mejor solución,
ante los desahucios del patrón.
Defender vuestro derecho a trabajar,
pero dejar que defienda el mio, que es luchar,
por un mundo en el que mis hijos puedan estudiar.
No me representáis partidos ni sindicatos,
pero apoyare a todo el que quiera acabar con este pacto,
de esclavizarnos para tener lleno el plato.

Días que...

Hoy son días en los que rabio mas que amo y ya es decir,
en los que maldigo mi existencia y este sobrevivir,
Los como llegue hasta aquí ya no me ayudan,
ni tantas borracheras besando aceras.

No se a que esperas, me dicen,
no se a que espero, me digo
no se si cambiar de vida,
o alejarte de la mía.

Es un todo o nada,
un hasta nunca o hasta mañana,
pero nací para ser un trotamundos,
y es lo que me ata a este.

Días en los que sonreír no es fácil,
en los que si quisieras ser mi Dios yo sería tu martil,
pero diosa de mi mundo, me mantienes en el tuyo,
y tras tu respuesta ya veré si huyo...

Amiga

Claro que no la amo, sueño con decir.
Chica trotamundos elige el mio para vivir,
que yo iré donde haga falta 
con tal de no echarte en falta,
no hace falta mas que decir.
Jamás te hable de esto 
y quien dice si lo haré,
que me mata este sufrimiento
pero tampoco se vivir sin él.
No te comprendo,
no me comprendes
y no hacemos por entendernos,
jugamos al despiste en vez de aprovechar el tiempo.
Se que algo soy para ti,
y que si no la excusa para no seguir,
muerte a este sufrimiento grito en silencios
mientras recojo las tristes lágrimas que caen sobre el cemento.
Luces que se apagan,
gotas de sal sobre la pupila de mi esfera
y otro día mas lejos de tu almohada.

Lluvia

La lluvia decidirá lo que seremos algún día,
mientras esperamos los tímidos rayos de sol,
bésame ahora o huye de mi alegría,
mátame ahora o deja de profundizar en mi dolor.

No le demos nombre a lo que fuimos, 
sin ni siquiera saber lo que queremos ser,
dejemos lo que en la guerra perdimos,
aunque la tregua nos sepa a estupidez.

Metáfora desconocida de su cuerpo,
tragicomedia me insinúan sus labios,
en esta lluvia de cielo abierto,
donde el rico es el menos sabio.

Donde los mares se juntan,
también llueven tempestades,
donde las rocas abundan,
también se inundan ciudades.

La lluvia es la metáfora que forja un sin fin de posibilidades sentimentales.
De la lluvia dependemos.

Sobre mojado

Ya no busco tu recuerdo entre caladas de humo blanco,
ni prometo sonreír obviando un tiempo intacto.
Dónde fue que tú y yo firmamos este pacto,
de perder la razón bajo sorbos de cianuro.
Donde fui no te olvide, te lo aseguro,
estaba haciendo fuegos que alumbraran un presente oscuro.
Desangrándome en palabras,
escribiendo silencios en los muros de tus espaldas,
o tal vez, quise huir de ti por cortar mis alas.
Pero he decidido cambiar de sueños, pasar página,
y ver como acaba este libro.
Dios dirá si estaba escrito
o tendré que obviar que ignora lo que le suplico.
Y hoy llueve sobre mojado,
besando sobre besado,
que las mayores penas residen en el pasado.
Y hoy, de nuevo, te pido un pasaporte hacia la locura,
por dejar pasar este tren,
que entre espera y espera se me prohíbe volver al edén.
Pero si hay que esperar, esperaré,
simulando con mi corazón un reloj con su constante vaivén,
luchando por ser alguien en tu desorden.
Luchando por morir intactas mis directrices,
luchando por morir entre cicatrices...

El eco del olvido.

Creo que mi amor por ti es como atarme a una soga hecha por mis propios sueños, no se que busco en mi, cerrando el puño, atento contra lo que aún no perdí.
Matadme crueles pensamientos, que ya no hay vuelta de hoja, que fácil seria dejarlo todo atrás inundado en un baño de sangre roja, pero se que aún no ha llegado la hora de pedirle a los Dioses mi mejora.
Remontaré el vuelo, acariciando su areola, atravesando infiernos si por ti fuera necesario.
Despojadme de mis últimos recuerdos si es de ser proletario, apartame la mirada si hablas de tu nuevo propietario, por no tener en cuenta mi sacrificio a diario.
Intuyeme marcharme a las orillas del Amazonas, intuyeme lejos, tan lejos que ni llegue el eco de lo que perdonas.
Escribo confiando en que no me leerás, sabiendo que el destino acertará.
No te pido que me ames como yo te amo, sería como pedir la paz en el mundo, tan solo duerme y piensa en mi en tu último segundo.

Reflexión eterna

Recorre los vientos mas severos,
pierde ese aroma que roza el cielo, 
entra en mis pulmones, el olor de tu pelo.

Mujer difícil de encontrar, 
cenizas de poesías aún no escritas, 
pidamos tregua a nuestro amar,
olvidemos lo que aún no gritas.

Pobre desesperación intransigente,
lloremos lo que aún no fuimos,
perdámonos entre los silencios de las gentes,
creyendo que es el uno al otro a quien seguimos. 

No dejes que nadie te impida ser libre,
escapa de esa prisión que no ve mas allá de lo observable,
déjate caer sin miedo, lágrima de mis ojos.

Ying...

Un drogata de sueños sensibles,
un putero de corazón cosido a imperdibles,
un vagabundo buscando resguardo en un amor imposible...

Un burgués pidiendo propinas que le alcancen el café,
un banquero durmiendo en el banco, esta vez el de la calle,
un obrero con miedo a que la revolución estalle,
un revolucionario tirado en su sofá sintiéndose algo mas que especial,
un político ofreciendo pan en el barrio mas marginal...

Un suicida añorando tiempos pasados,
una novia dada a la fuga en el día de su boda,
un millonario en banca rota,
un mendigo en busca de cartones, los del bingo...

Un bohemio en busca de un trabajo digno,
un funcionario con la incertidumbre del miedo al despido,
un artista en venta al mayor postor,
un maestro enseñando que no existe diferencia por lengua o color,
un enfermo que no sabe aun lo que es sentir dolor...

Un ladrón admirando a Robbin Hood,
un pueblo asesinando a un juez con su propio mazo por que no era digna su actitud,
un rey entre la muchedumbre dando de comer,
un pueblo unido y no por que lo dicte un papel...

Un yuntero sin tiempo para aburrirse,
un amigo que da la cara hasta morirse,
un amor que en secreto juega al despiste y
una vida entera para arrepentirse.

...Yang.

Dioses mitológicos

Lluvia de oro que engendró a Perseo, 

semidiós condenado a la eternidad del deseo,
trofeo, estar entre los brazos de Morfeo,
descender al inframundo en tu búsqueda como hizo Orfeo,
Dios de la lira y de la música,
hijo de Calíope, musa de la poesía épica.

Nacer siendo sabiduría como Atenea,
buscar respuestas más allá de que te crea,
luchar por la guerra justa es tu tarea.

Que daríamos por vivir en el olimpo,
por conquistar a Calisto, 
y tener entre nuestros ojos lo nunca visto.
Ares o Hefesto, ser creadores de unos dioses,
como ellos fueron de las guerras o de los fuegos.

Tanta lucha de egos,
tanta envidia de Hera sobre esos infieles cuerpos.
Pero dicen que siempre hay una luz en la oscuridad,
será por ello que nace Apolo de la profundidad del mar.

Dioses ha habido y más que habrá,
pero siempre admiraré a Dionisio, dios del vino,
único dios que se merece una escritura entera.

Quebraderos de cabeza

Que sensación mas extraña siento por mi cuerpo,
mis ideales y pensamientos se entrecruzan oponiéndose entre ellos.
Lo que me da la vida, me hace consumirme por dentro, y marchitarme.
Empiezo a hartarme, odiaría volver a equivocarme, otra vez,
y otra vez, y otra y otra...
Siempre la misma historia, los mismos errores,
las mismas ganas, pero distintas las desilusiones,
la misma rutina que nos machaca como a peones. 
Tengo ganas de cambiar el mundo pero no se la manera,
intento confiar en el resto pero siempre la misma madera,
que se quema, que se pudre...
Puede que no exista la manera de ser feliz en este planeta, 
prefiero vivir mis sueños hippies sin un duro en la maleta. 
La búsqueda del fin  no es el fin si no se alcanzara la meta.
Mis sueños no son en balde, me hacen mejorar,
me muestran esta cruda realidad,
pero también me impiden alcanzar la felicidad. 
Y es que nunca se es completamente feliz, 
ya que siempre quedan sueños por cumplir, 
mercenarios por destruir, corruptos que destituir,
sonrisas falsa que fingir,
miles de quebraderos de cabeza que extinguir.
Pero siempre, y repito,otra vez, siempre, se cometen las mismas acciones,
las mismas estupideces que conllevan grandes decepciones.
No te enamores de la que no puedas convencer de tus intenciones,
sigue en sueños viva, que en la vida real...
Mejor no hablar de la vida real.
Quebraderos de cabeza...