No dejes que nadie te diga lo que no puedes hacer

"Que por más que duela, y con dolor, si vuela, no ha de volver"

lunes, 28 de julio de 2014

Dos sin nadie

Era la historia de dos sin nadie...

Ella no entraba entre sus planes, 
y puede que él no tuviera la mera intención de vivirlos.
Ella no era lo que él estaba buscando,
como si dieran por hecho que necesitaba encontrar a alguien.
Ella no pretendía conocer a un tipo como él, 
y él no pretendía que nadie le conociera tanto.
Ella a penas supo decir palabra, 
y él esperaba que su acelerada respiración no enturbiara sus pensamientos.
Ella era humana,
él era humano, 
y ambos sabían que  terminarían por enamorarse.
Ella era realista,
él un soñador.
Ella prefería vivir en sueños, 
y él transformar la realidad.
Ella era locura, 
por mucho que se disfrazara de calma.
Él era cuerdo, 
por mucho que tratara de hacerse el tonto.
Ella era poesía,
él era arte dramático.
Él era inspiración, 
y ella fue su folio en blanco.
Ella era la flor,
él el desierto,
y ambos necesitaban del mismo agua.
Ella era deseo, 
él fue su pecado.
Ella fue insurgente,
él su revolucionario.
Ella fue,
y él quiso serlo,
pero no terminaron de conocerse.


martes, 22 de julio de 2014

Cobarde

A veces pienso en ella;
a veces pienso que ella piensa en mi,
a veces son demasiadas ocasiones
y me da por pensar sin ti. 

A veces me aferro a un clavo ardiendo
y tiro la primera piedra;
escondo la mano, o la sonrisa,
pero jamás la verdad. 

A veces me falta el aire...
El sueño.
A veces nunca es tarde...

No te solía soñar, y hoy te sueño. 
No me acostumbro a despertar
y querer seguir durmiendo. 

Llámame cobarde, 
pero entre sábanas 
todo me parece más fácil...



martes, 1 de julio de 2014

La realidad.

Empiezo la casa por el tejado,
y total, a mi ya no me importa.
Empezar a vestirme por los pies
y dejar el protocolo a un lado. 
Levantarme con el pie izquierdo
y tener la suerte de que sigas en mi cama,
aunque dudes si echar a volar
o exprimirnos lo que queda de mañana. 
Y es que en el fondo, me encanta
 cuando su dulzura se viste de duda
y yo trato de desvestir la realidad.

Y es que la realidad es otra,
yo soy otro, 
y me levanto con el pie derecho.
Trajes con corbatas 
que esconden arañazos por el cuello
de una noche de mentiras.
Mañanas de rutina
y café caliente que irrita mis encías.
Las horas del reloj, 
los minutos en el anden,
los segundos de gente que pasa a tu alrededor
y ni siquiera sonríe. 

Esa es la realidad,
de los que soñamos despiertos,
de los que aún vestidos con traje de seda
prefieren llevar la armadura a cuestas.
Los del anden,
los de las prisas por llegar a fin de mes,
que al menos tengamos una escusa que nos asfixie.
La realidad de los que sueñan que besan,
de los que besan soñando,
pero no se dejan engañar
y mantienen los pies en el suelo.