Por los ojos destiñe su alma humana,
reflejo de infinidad de sentimientos,
con una mueca en el estómago
que solo pide descansar.
Adiós a sus sollozos,
lágrimas la han visto caer,
seguirá preciosa aunque no la vea,
quién no amaría a esta mujer.
Limpie la sal su rostro
y que no vuelva a aparecer,
lágrima en sus ojos,
quién no amaría a esta mujer.
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