Que sensación mas extraña siento por mi cuerpo,
mis ideales y pensamientos se entrecruzan oponiéndose entre ellos.
Lo que me da la vida, me hace consumirme por dentro, y marchitarme.
Empiezo a hartarme, odiaría volver a equivocarme, otra vez,
y otra vez, y otra y otra...
Siempre la misma historia, los mismos errores,
las mismas ganas, pero distintas las desilusiones,
la misma rutina que nos machaca como a peones.
Tengo ganas de cambiar el mundo pero no se la manera,
intento confiar en el resto pero siempre la misma madera,
que se quema, que se pudre...
Puede que no exista la manera de ser feliz en este planeta,
prefiero vivir mis sueños hippies sin un duro en la maleta.
La búsqueda del fin no es el fin si no se alcanzara la meta.
Mis sueños no son en balde, me hacen mejorar,
me muestran esta cruda realidad,
pero también me impiden alcanzar la felicidad.
Y es que nunca se es completamente feliz,
ya que siempre quedan sueños por cumplir,
mercenarios por destruir, corruptos que destituir,
sonrisas falsa que fingir,
miles de quebraderos de cabeza que extinguir.
Pero siempre, y repito,otra vez, siempre, se cometen las mismas acciones,
las mismas estupideces que conllevan grandes decepciones.
No te enamores de la que no puedas convencer de tus intenciones,
sigue en sueños viva, que en la vida real...
Mejor no hablar de la vida real.
Quebraderos de cabeza...
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